Publicacion caminos Sonson (2)
ANTIOQUIA, MONTAÑA DE ORO, “EL PARAÍSO TERRENAL” ESCONDIDO POR DESASTROZOS CAMINOS
Un corto ensayo para entender la historia de los caminos de Sonsón - Antioquia
Por José Lubín Torres Orozco, PhD. UNAL - OCA - Camineriacolombia
SONSON EL SUEÑO DE UN CAMINO HACIA MARIQUITA, HONDA Y EL MAGDALENA CONVERTIDO EN COLONIA AGRÍCOLA BASE DE LA COLONIZACIÓN ANTIOQUEÑA
Todos los viajeros de Colombia que entraron a Antioquia en el siglo XIX mencionan que esta provincia tiene los caminos más desastrosos (fangosos, fragosos, montañosos el territorio colombiano), si esto menciona Agustín Codazzi en 1852 durante la Comisión Corográfica, y 10 años después Manuel Uribe Angel viajando a Bogotá, que diríamos 100 años antes.
Básicamente los historiadores describen dos caminos en el siglo XVIII en Antioquia:
NARE
"Al partir de la villa de Honda hacia Antioquia por el ca mino de Nare, el viajero debía admitir transportarse en las embarcaciones del gobernador de Mariquita, producto de la política estatal vigente y tradicional, de arrendar la exclusividad de la movilización de pasajeros y cargas navegables para constituir una renta del erario real. Esa era la situación del tramo Honda a las Bodegas de Nare. Disponía pocas y mal adaptadas barquetas que implicaban soportar el sol y el agua. La navegación incluía cruzar tramos riesgosos al angostarse el rio y el agua ser turbulenta, además de pasar por “bajos” complicados. Después, al tocar tierra, estaba el arribo a las bodegas y esto no era ningún alivio porque carecían de recursos e instalaciones adecuadas para alojamiento, almacenaje y “abastecimiento de las bestias”.
Luego salir de ellas implicaba contratar recuas de mulas y cargueros durante 12 o 14 días, en que se debía recorrer “montes cerrados y desiertos”, “honduras” y “eminencias”, incontables cursos de agua y soportar el calor, el frío y los insectos. En tan difícil medio natural las mulas sólo podían comer un “armazón”, no siendo extraño que débiles, murieran en buena proporción. Los ríos más peligrosos debían ser vadeados y el Nus cruzarlo en “tarabita”, descargando y cargando personas, mercancías y mulas, un trabajo que podía demorar hasta un día. Económicamente, el camino era una sucesión de gravámenes contra el comercio y las personas, algo antagónico con la política oficial sobre los impuestos a esta actividad.
En Honda se pagaba por derechos de salida 3 pesos de plata en carga de cacao y 13 ó 14 reales por los lienzos. Luego se cubría el paso de su puente, la conducción a sus bodegas, el bodegaje y el cargue y descargue; todas estas operaciones hasta las bodegas sumaban 12 reales. La utilización de chasqui desde las bodegas de Nare a Honda costaba 50 pesos. La barqueta de Honda a las bodegas de Nare valía 17 ó 18 reales por carga y en sentido contrario 25 reales. Por carecer Antioquia de correo con las ciudades más próximas de otras provincias, el envío de un chasqui sumaba “50 ó más patacones y para la capital de Santa Fé casi triplicado”. Francisco Silvestre. Relación de la Provincia… “ Campuzano Cuartas, 2019
HERVÉ
En cuanto al camino de Hervé, tenía poco uso por ser aún más difícil, peligroso y prolongado, lo cual favorecía el comercio ilícito. Su curso pantanoso incluía el cruce obligado “por más de 30 veces” del río Guarinó. Ni Silvestre ni Villegas se refirieron a el con el detalle del de Nare, pero sí lo hizo algún tiempo después don Pedro Biturro Pérez, Capitán a Guerra de Rionegro y Marinilla y a partir de Rionegro con dirección al sitio de La Ceja.
Primero la ruta giraba con destino a Arma Viejo al tomar una subida de tres horas de la cuesta del Roble hacia el río Pantanillo, el Alto de Tigre en ascenso de dos horas y descenso a la quebrada el Tigre, el Alto del río La Miel y descenso de tres horas a este río, el Alto y Pueblo de Sabaletas subiendo una cuesta de cuatro horas para descender otra de tres al río Sabaletas, el Alto de la Ciénaga, la quiebra de Guamito, la cuesta del Alto de Cordoncillo, el descenso de cuatro horas al río Buey, un día de camino al Arma, su cruce a nado; un día de camino final a Arma Viejo.
Luego el recorrido de esta ciudad a las Partidas de Popayán y Mariquita era igualmente complicado. Se iniciaba con el ascenso de dos horas a la Puerta de Pácora, el cruce de la quiebra de Caña y ascenso de tres horas a la cuesta del Alto de Pozo, el descenso al río Pozo más la subida al Alto de Garro o Mona; medio día de camino para llegar a las Partidas. Después el destino era llegar al río Guarinó para lo cual durante medio día se ascendía la cuesta de Las Doctrinas y se llegaba a la fría montaña de Hervé, proseguía
un descenso de cinco horas a la quebrada el Tambor y el cruce de la cuchilla del Amolador; a continuación, un descenso de la cuesta de la quebrada Chambirí, un cruce de dos cuestas hasta la quebrada El Diablo, ascenso al Plan de Sabanalarga y descenso a la quebrada Curubital; ascenso de medio día al Alto del Lobito y caída a la quebrada de este nombre, cruce de otra quebrada y cuesta a la quebrada el Cabuyal, ascenso de seis horas al Plan llamado Patio de las Brujas, cruce del Plan de Pocito y cuatro horas de ascenso a la cumbre del Páramo donde nace el Guarinó
Para llegar a Mariquita se vadeaba el río “26 veces por entre dos cordilleras”; luego, ascenso al Alto Escobalcito, descenso al primer vado grande, cruce del paraje denominado Letras y vadeo continuo del río; cruce del río Salado, llegada al plan del río, sigue vadearlo (“con el agua a los pechos muy fría, corrientosa y mucha piedra”) y pasar de cabestro una a una de las mulas, (“apuntaladas” con cuerdas desde la orilla
por dos personas conteniéndolas del lado contrario a la corriente); travesía de los parajes la Primicia, la Primicita, los Diezmos y los Diezmillos; descenso de la bajada la Vitoriera y ascenso al alto del Chuscal; cruce del último vado o Paso de Luisa; ascenso de una cordillera y una cuesta al río Perrillo; otro ascenso al Alto de Aguacatal distante un día de camino; dos días más de viaje a Mariquita.
EL SUEÑO DEL CAMINO DE SONSÓN A MARIQUITA – ¿TODAVÍA EN PROYECTO?
Con las anteriores descripciones es fácil entender porque a Don Felipe Villegas, quien había pedido en concesión las vasta tierras del río Buey hasta el río Arma, donse se encontraba ubicado mucho del territorio sonsoneño, se le ocurrió proponer su camino, un camino mucho más corto y económico a Mariquita, alrededor de 1780
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